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PATRICIA BULLRICH LE DIJO «NO» AL GOBERNADOR PULLARO Y HABRÁ QUE ESPERAR QUE LA NACIÓN TERMINE LA CÁRCEL FEDERAL DE CORONDA

El subsecretario de Asuntos Penitenciarios de la Nación, Julián Curi, reveló la negativa por parte de la ministra de seguridad Patricia Bullrich de cederle al gobierno provincial el control sobre la cárcel federal que se está construyendo en Coronda. La oferta de quien ocupa el sillón del Brigadier había sido terminar las obras -están en un 90%- y administrarla con personal del Servicio Penitenciario Provincial de manera provisoria.

El Centro Federal Penitenciario Litoral Argentino -tal su nombre oficial- está en construcción desde hace más de una década. Mientras el Estado nacional demoraba su finalización y puesta en funciones, la crisis de violencia en Rosario provocó una sobrepoblación en los penales santafesinos -donde además se alojan alrededor de 700 presos del sistema federal- que hizo urgente una ampliación de plazas. Con esos dos elementos a su favor -la demora inusitada y los presos federales en el sistema provincial-, Pullaro apuntó los cañones al complejo penitenciario no terminado.

Así las cosas, realizó la oferta desde sus primeras reuniones con el nuevo gobierno nacional. Lo hizo al encontrarse con el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y lo repitió cuando los asuntos penitenciarios pasaron a la órbita de Bullrich. La oferta era sencilla: poner la cárcel en funciones con personal penitenciario provincial y alojar allí a los presos federales, para separarlos de los detenidos por delitos comunes y descongestionar las cárceles provinciales, que hoy alojan unos 9 mil presos.

Sin embargo, la buena relación entre la ministra y el gobernador no alcanzó y tanto el final de la obra como la puesta en funciones de la cárcel seguirán siendo materia del Estado nacional. “Lo vamos a terminar prontamente y vamos a administrarlo”, dijo Curi en una entrevista con el programa “El Contestador”, de Radio 2.

“Sabemos que la provincia tiene internos que son del sistema federal, en la medida en la que podamos ir terminando esa cárcel vamos a ir incorporando a esos detenidos federales que son de la jurisdicción de Rosario a ese establecimiento”, amplió el funcionario. No dejó precisiones de plazos de obra ni de formación y nombramiento del plantel penitenciario necesario.

Curi dijo que el trabajo entre Nación y Provincia es “mancomunado” y que “la lucha de Pullaro es nuestra batalla, sabemos del esfuerzo personal que pone”, pero insistió con la negativa a cederle el control de la cárcel en cuestión al gobierno provincial: “Nuestro compromiso es tener eso y que sea administrado por el Estado nacional para la problemática de Rosario”. “Es un complejo federal”, sentenció.

El dato es importante por dos razones. Por un lado, es una solución rápida que se le frustra al gobierno provincial, que busca mitigar el acuciante problema de la sobrepoblación carcelaria, más aún desde la decisión que tomó el gobierno provincial de no alojar más detenidos en comisarías. Si bien en la Casa Gris trabajan paralelamente en el proyecto de construcción de una cárcel de máxima seguridad, lógicamente para esa opción los tiempos son más largos.

Por otro lado, significa la primera disidencia de Bullrich y Pullaro, dos halcones que mostraron afinidad e incluso hicieron campaña juntos en la última etapa haciendo gala de ese vínculo en materia de seguridad, nacido cuando ambos ocuparon las carteras de seguridad provincial y nacional entre 2015 y 2019. La negativa siembra además un interrogante más en la relación entre Pullaro y el gobierno de Javier Milei, ya magullada por la negociación de la Ley Ómnibus que encontró al santafesino como uno de los más duros detractores del capítulo fiscal.

MALESTAR Y SILENCIO

Los principales referentes del gobierno santafesino que encabeza Maximiliano Pullaro se llamaron a silencio frente a la noticia conocida ayer, sobre la negativa del gobierno a ceder el control de la cárcel federal de Coronda. Solo el secretario general de la gobernación, Juan Cruz Cándido, se refirió al tema en su cuenta de X pero sin polemizar con la decisión de la cartera de seguridad que conduce Patricia Bullrich. Sin embargo, en off, fuentes de la Casa Gris dejaron entrever algo de bronca: “Así como está la cárcel, se la ponemos a funcionar en menos de una semana», se lamentaron.

La oferta que le había hecho Pullaro a Bullrich había sido hacerse cargo de la finalización de la obra y puesta en funciones de la cárcel federal, ubicada a mitad de camino entre las localidades santafesinas de Coronda y Larrechea. El Centro Federal Penitenciario Litoral Argentino -tal su nombre oficial-, está en construcción hace más de quince años. Hoy por hoy, los presos federales que hay en Santa Fe -alrededor de 700- son alojados en penales del sistema provincial, que los mantiene sin trasladar los costos al sistema federal. “Gratis”, enfatizan en Santa Fe.

El único funcionario provincial que se refirió al tema fue el secretario general de la gobernación, Juan Cruz Cándido. En su cuenta de X, citó un tuit con la noticia y le agregó un escueto mensaje: “Esperemos, entonces, que la terminen y la pongan en funcionamiento. Esto también es una emergencia”, advirtió uno de los funcionarios más cercanos al gobernador.

En off, en el gobierno provincial aspiran ahora a que el recorte del gobierno nacional no alcance a las inversiones necesarias para terminar. “Ojalá la puedan terminar rápido”, cristalizó su deseo una fuente. También consideraron “promisorio” el anuncio del ministerio de Seguridad sobre el nuevo protocolo para presos de alto riesgo en cárceles federales. “Allí hay alojados y operando varios santafesinos”, apuntaron.

El pullarismo queda ahora solo con el proyecto de construcción de una cárcel especial para presos de alto perfil, una idea que se comenzó a implementar paralelamente y que ya tiene una unidad ejecutora en funciones, pero lógicamente los tiempos serán más largos y el problema de la sobrepoblación carcelaria es acuciante.

Con datos de www.letrap.com.ar