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LOS RECLAMOS SOBRE EL CEREAL EN DESCOMPOSICIÓN EN LAS VÍAS CONTINÚA Y LAS SOLUCIONES NO LLEGAN

La preocupación ya rayana con angustia de la mayoría de los vecinos de Barrio Conar continúa, ya que las vías del ferrocarril son parte del paisaje histórico del lugar y el hecho de que en los últimos meses se haya intensificado el delito de hurto de cereales, por efecto rebote, perjudica a gran cantidad de personas.

Es que tanto en esta populosa barriada como en Palo Azul, principalmente, aunque el paraje del sureste corondino está menos poblado, centenares de kilos de cereal quedan dispersos en las vías y a sus costados durante tanto tiempo que entran en descomposición y esto ha generado un ecosistema peligroso para la salud de vecinos que ven que en sus casas proliferó la presencia de moscas, de gusanos y sobre todo con un olor nauseabundo parecido al de un animal muerto pero multiplicado por cientos.

Hemos recibido en nuestra redacción gran cantidad de fotografías, que no son agradables a la vista pero son testimonios de que hay que brindar una solución a toda esta gente que literalmente vive «entre la mugre» sin haberla generado ellos mismos, con el agravante de que hay personas enfermas y muchos niños residiendo cerca de este despojo de cereales.

Lo que ocurre es que el modus operandi de este delito es abrir las boquillas de los trenes, dejar caer los cereales y luego pasar con las bolsas dispuestas para cargarlas y luego venderlas. De hecho, mucha gente de otras localidades había venido a comprar al por mayor y en los casos en que la policía los descubrió se les hizo causa.

Precisamente, el trabajo de prevención y represión de este ilícito ha generado algunos operativos de barrido de estos lugares, con masiva presencia policial, en varios casos detenidos y hasta agresiones a los efectivos.

Pero además, y como si fuera poco, no han sido pocas las ocasiones en las cuales vecinos que han publicado fotos o hecho denuncias a través de redes sociales, resultaron insultados y hasta amenazados por aquellos que lucran con esta actividad ilegal, por lo cual pensar en una nota conjunta de vecinos a las autoridades es casi inviable.

Desde la Municipalidad, se ha informado que la empresa Belgrano Cargas ha sido multada por esta desaprensión pero esto no brinda una solución al problema ya que desde el municipio se ha comunicado que no existen las herramientas necesarias para sacar todo el cereal y que en todo caso, periódicamente vuelve a volcarse en las vías como un círculo vicioso y nauseabundo, donde los buenos vecinos pagan las consecuencias de algo que estuvieron muy lejos de generar.