JULI ARELLANO: UNA HEROÍNA ENTRE TANTO DESAMOR POR EL MEDIO AMBIENTE

Ya es una sana costumbre dentro de situaciones que lo ideal sería que no existieran. ¿De qué se trata? La sana costumbre es que el cuartel de Bomberos Voluntarios de Coronda tiene a calificados servidores públicos, tanto, que cuando hay una emergencia del fuego, provincial o nacional, seguramente hay uno o una combatiendo incendios forestales.

Las situaciones que no deberían existir son los siniestros de grandes superficies silvestres, que hacen perder gran parte de los ecosistemas a causa del fuego, provocado muchas veces por imprudencia, ignorancia, egoísmo o negligencia y que, sumado a las sequías del último tiempo, convierten a espacios verdes históricos en verdaderos infiernos.

En este caso le tocó a la joven bombera Juliana Arellano, quien partió hacia la Patagonia, más precisamente hacia Junín de los Andes y está dentro de la Brigada Forestal de la Regional 4ª de la Federación Santafesina de Bomberos Voluntarios.

En una breve comunicación que establecimos con “Juli”, contó este miércoles que “estamos en la cordillera, más en una escuela parando por unos días mientras realizamos trabajos en terreno de enfriamiento de zona, brechas y tira de mangueras para llegar a los puntos calientes, eso en zona del Valle Magdalena, que eran dos focos secundarios que por suerte pudieron ser controlados, mañana seguramente nos desplazamos a otra zona donde hay focos activos para poder continuar con las tareas”.

Luego, la bombera explicó que “mi cuadrilla está conformada por 7 hombres y yo, pero trabajamos en conjunto con los chicos de Manejo del Fuego de Tucumán y de San Martín de los Andes” y contó finalmente que “somos 18 en total y yo soy la única mujer”.

Realmente para destacar lo de Juliana y lo de Bomberos como institución formadora de héroes locales que no queremos que queden en el anonimato.

Para destacar, ya entrada la noche de este miércoles, y cuando podía descansar sin más, se tomó el tiempo de responder y enviarnos estas fotos.