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EL DÍA EN QUE LILIANA BORDENABE FUE PROCLAMADA COMO UNA DE LAS MEJORES DEPORTISTAS DE LA ARGENTINA

En tiempos en los cuales se ha vivido una nueva entrega de los Premios de la Fiesta del Deporte Corondino, bueno es recordar una de las historias más fuertes que tuvo a la ciudad y a una corondina como protagonistas, hace ya 50 años.

El 26 de diciembre de 1973, un día después de la Navidad, y tres antes de que su Rosario Central le regalase la segunda estrella de campeón en el Nacional, una corondina se convertía en una de las deportistas del año del país.

Así es, porque a través de la premiación realizada por la Confederación Argentina de Deportes en lo que luego iba a ser denominada como Premios Olimpia de Plata, Liliana Bordenabe conseguía un hito para Coronda, ciudad nuevamente desde hacía 6 años nada más, al ser elegida como la mejor jugadora de tenis criollo a paleta de la República Argentina junto al santafesino Francisco «Pancho» García.

Bordenabe, quien durante años fuera empleada en el Registro Civil, era en ese momento campeona nacional en primera categoría doble, se había quedado con el torneo Día de la Bandera y con el Cuarto Centenario de la ciudad de Santa Fe, además de ganar más de 20 torneos en el año, en representación además de la Asociación Corondina de este deporte y del Club de Regatas donde su padre era bufetero.

Liliana en 1968, gran triunfo en Rosario. En la foto de portada de esta noticia, junto a Francisco García, el día en que El Litoral le hizo una entrevista especial.

AQUEL HISTÓRICO ACTO

En la post primera fiesta de 1973, Bordenabe estuvo en el acto desarrollado en la sede porteña de la Confederación de Deportes, en la misma velada en la cual iban a ser reconocidos Carlos Rafaelli en básquet, Roberto Telch y Miguel Brindisi en fútbol, y Guillermo Vilas en tenis, entre otros, como para generar un contexto de altísima calidad en lo que fue la ceremonia presidida por el Secretario de Deportes de la Nación, Pedro E. Vázquez, del gabinete del Gral. Juan D. Perón.

En la crónica del Diario El Litoral, del 24 de diciembre, cuando se anunciaba que Bordenabe y García iban a ser premiados, el artículo mencionaba: “Este premio resulta auspicioso dentro del ambiente del tenis criollo de Santa Fe, porque viene a demostrar que este juego, de raíz netamente isleña, nacido en el arrullo de los arroyos santafesinos, va ganando poco a poco la consideración general, hasta el punto de que el organismo mater que rige los destinos de toda la actividad deportiva en la República, haya tenido en cuenta la ortodoxia de quienes se hicieron acreedores a la distinción, y de los valores intrínsecos del tenis criollo como competición vigorizante, sana y limpia en todos sus aspectos sustanciales”.

La medalla consagratoria recibida en Buenos Aires en 1973.

EL GRAN RECUERDO

En primera persona, Liliana Bordenabe, contó a Periódico Corondino Web que “el tenis es mi pasión, empecé a jugar en Regatas donde mi papá era empleado, yo no tenía paleta ni nada, mucha gente jugaba y agarré una tabla de madera que estaba tirada y empecé a paletear contra una pared y mi papá me vio y me compró una paleta”.

Luego, en el recuento de sus inicios, la histórica tenista mencionó que “ya me metía entre el grupo de los grandes, calculo que molestaba, ellos eran de primera, habían ganado torneos, yo recién empezaba, los escuchaba y retenía, contaban cómo jugaban los otros, me lo guardaba y lo aplicaba sobre la pared, nadie jugaba conmigo, yo tenía 7, 8 años cuando me inicié, me llevaron a un primer campeonato, con 9 años creo, me pasaron por arriba” pero “a los 15 años gané el primer campeonato argentino en cadetes, de ahí cuando pasé la edad, fui a tercera categoría, gané fácil, en segunda también ganaba con facilidad y en primera jugué cuatro o cinco años, y también gané en todas las temporadas”.

Diario La Nación.

En cuanto a este gran premio, del cual se cumplieron en diciembre 50 años de obtenido, Liliana encendió aquella felicidad nuevamente y recordó que “un día estábamos en casa, Carlos Ricardo era mi compañero de mixto, se habían comunicado con él, y entre charla y charla no me decía nada pero al final me contó que me habían elegido como la mejor deportista del año y que tenía que ir a Buenos Aires a recibir el premio. Me llamaron del Diario El Litoral, fui a Santa Fe, todos los medios impresos de la provincia lo sacaron, era muy raro, fue impresionante, me vine con el corazón lleno de alegría por la gente que encontré de otros deportes que practiqué y por el galardón”.

Un hito deportivo para Coronda que cumplió medio siglo y sigue vivo y encendido en la memoria de Liliana Bordenabe, una de las mejores deportistas de la historia de esta ciudad y un amor por esta disciplina que nació con una pelotita golpeada con una tabla…

Revista Goles.