
El abogado Martín Mazzeo solicitó la elevación a juicio de un episodio que se fue perdiendo en el tiempo, ya que habría ocurrido en 2015, fue denunciado en 2020, hubo una imputación en 2022 pero había quedado “adormecido”.
El acusado, de acuerdo con la documentación presentada por el profesional, es empleado del Servicio Penitenciario, con grado jerárquico, y según la acusación formalizada, la calificación penal provisoria que se estaba investigando es un posible “abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por personal de una fuerza de seguridad –2 hechos– en concurso real” dentro del ámbito laboral de la Cárcel de Coronda siendo el acusado jefe de la víctima.
Al respecto, Mazzeo, hizo saber a nuestro medio que “nos costó muchísimo obtener toda la información, hubo muchas trabas” sin embargo “en el legajo penal pidiendo al juez Dr. José García Troiano que se haga como corresponde la elevación a juicio, tenemos entrevistas realizadas durante todo este tiempo con profesionales en Psiquiatría y Psicología que atendieron a mi patrocinada, empleada del Servicio Penitenciario, pericias psiquiátricas a la víctima, documentación sobre atenciones médicas que hubo que hacer a consecuencia de los problemas de salud que esto generó en esta mujer, entrevista a testigos, más la denuncia radicada el 6 de noviembre de 2020, la imputación del 17 de octubre de 2022 sobre este empleado a raíz de los hechos denunciados, que ocurrieron a finales de 2015 en el ámbito de trabajo de la Unidad 1, en la cual mi patrocinada era subalterna del imputado”.
El abogado agregó luego que “están comprobadas las dos acciones en contra de la víctima” por eso “consideramos que es hora de que se eleve a juicio y que la justicia decida, nosotros pedimos 15 años de prisión por la gravedad de los hechos y las consecuencias que ello trajo aparejado”, entre las cuales Mazzeo contó que “hubo episodios en los cuales mi patrocinada quiso quitarse la vida, es un trauma enorme”.
Incluso, citando una de las declaraciones dentro del proceso, el profesional explicó que además “el desencadenamiento de la sintomatología está estrechamente vinculado al acoso laboral perpetrado durante años” y de hecho “pasaron casi 5 años para que se animara a denunciar, porque estaba amenazada de traslados, siendo mamá de hijo pequeño, y la presión sobre ella cada vez era mayor, sobre todo teniendo en cuenta que su atacante sexual era un superior en un ámbito machista y de labor en las fuerzas de seguridad” según lo que mencionó Mazzeo.
Ante eso, Mazzeo finalizó diciendo que “incluso en el ámbito del Servicio Penitenciario, distinto a lo que suele pasar con un empleado raso cuando comete una falta o es denunciado por algún ilícito, en este caso este hombre fue muy resguardado y protegido” por lo cual espera la respuesta del magistrado ante su petición.
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