Cerca de las 17 horas, personal del Comando Radioeléctrico y de la Brigada Motorizada fueron alertados de la presencia de una paloma que no podía volar, en jurisdicción de un comercio cercano a la cárcel.
La policía dialogó con una empleada y con la dueña para pedir autorización para atraparla, ya que en un primer momento no pudo ser agarrada y se fue hasta un patio lindante interno.
Una vez subidos al techo, consiguieron agarrar al ave, y dentro del envoltorio que se le había atado a sus patas, tenía un teléfono celular, color negro, de una marca de segunda calidad, sin la batería y además en su interior una resistencia y un chip.
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