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SE COMPLICA Y MUCHO LA SITUACIÓN DE DOS POLICÍAS CORONDINOS VINCULADOS CON UN NARCO

En “radio-pasillo” se venía rumoreando hace unos días con lo que era el cambio de carátula y la detención de una policía corondina que desde hacía un tiempo tenía prisión domiciliaria pero a raíz de esta novedad, fue detenida.

Esta aprehensión está enmarcada en la causa que se le sigue a Lucas N. y María M., ambos policías de Coronda que trabajaban en Esperanza, y a Matías C., los tres vinculados ahora, según un informe que dio a conocer el periodista corondino-santafesino Ignacio Mendoza, en Aire de Santa Fe.

Según consignó el comunicador social los “tres policías que prestaban servicios en la disuelta Brigada de Drogas de Esperanza fueron recientemente imputados de haber conformado una asociación ilícita dedicada a comprarle drogas a un narco santafesino y distribuir el material estupefaciente en distintos puntos de venta del departamento Las Colonias”.

Esto indudablemente que complica y muchísimo el panorama para los tres oficiales investigados como infieles a la fuerza y a su juramento de proteger a los ciudadanos.

Los tres eran parte de la Agencia de Investigación Criminal hasta agosto del 2023 cuando dos de ellos fueron detenidos por orden del fiscal federal Gustavo Onel quien les imputó el encubrimiento a un narco. La oficial mujer, por su parte, fue detenida la semana pasada en su casa de la ciudad de Coronda. Los tres se encuentran imputados de haber conformado una asociación ilícita de carácter estable, con soporte estructural y división de roles destinada al tráfico de estupefacientes con finalidad de lucro.

Según la investigación, encabezada por el fiscal Onel y su coadyuvante Gastón Theler, los tres ex agentes policiales le compraban la droga a un narco de la ciudad de Santa Fe, actualmente detenido por una causa que se tramita en la Fiscalía Federal N°2 luego de haberse encontrado en su casa de Castelli al 4300 -el año pasado- drogas, armas y municiones tras una denuncia por violencia de género que le hizo su mujer, que fue quien lo delató.

Para los fiscales, la actividad clandestina de los “poli narcos” se llevó a cabo cuanto menos desde septiembre del 2022 hasta el 23 de mayo del 2023 y no solo se ejecutó en los puntos de venta de drogas de Esperanza, sino también se extendió hasta Franck, Las Tunas, San Carlos, Progreso y San Agustín.

Para acusar a los policías, los fiscales se valieron de un video en el cual quedó registrado un encuentro en Santa Fe que mantuvo el narco con los agentes de la Brigada de Drogas que viajaron hasta la capital provincial a bordo de un automóvil oficial de la dependencia que fue retirado el 24 de febrero del 2023 y devuelto cuatro días después. Sin embargo, el plato fuerte de la investigación fue un teléfono celular que le secuestraron al suboficial Matías C. en el marco de una causa que impulsa el fiscal del Ministerio Público de la Acusación, Ezequiel Hernández. En aquella investigación, había denunciado el extravío de su arma reglamentaria, pero el fiscal Hernández no le creyó e inició una pesquisa para determinar si había perdido, vendido o alquilado el armamento, por lo que allanó el domicilio del suboficial y secuestró un teléfono.

El dispositivo debía ser peritado 7 de agosto del 2023, pero el procedimiento se frustró, ya que el personal de Análisis Digital Forense del Organismo de Investigaciones cuando fue a retirarlo, detectó que el celular estaba dañado y la tarjeta SIM había sido cortada a la mitad. Con el paso del tiempo, los agentes del Organismo de Investigaciones lograron extraer información que permitió a la Justicia federal detectar el modus operandi de este agente en su paso por la Brigada de drogas de Esperanza, bajo el mando del comisario corondino.

La hipótesis de la Fiscalía apunta a que los tres adquirían la droga de traficante santafesino y luego la insertaban en búnkeres de Esperanza y localidades aledañas. Los encargados de esos puntos de venta de estupefacientes les abonaban a los policías una “cuota” para la “habilitación” para vender la droga y luego debían efectuar el pago de sumas de dinero para obtener la “protección” de la Brigada. En caso de no hacerlo o de demorarse en el pago, los policías radicaban denuncias que eran informadas a la Justicia federal con asiento en la ciudad de Santa Fe para sacarle a los narcos el negocio y dárselo a nuevos actores. Los fiscales sospechan además que parte del dinero recaudado por la Brigada tenía como destino escalas superiores de la cadena de mando policial. Sin embargo, hasta el momento la investigación no pudo detectar para quién iba la “recaudación”.

Por la causa, el juez federal Reinaldo Rodríguez le tomó indagatoria a la oficial, quien tras escuchar los cargos en su contra se abstuvo de prestar declaración en una audiencia que tuvo lugar en el Juzgado.

En tanto, fueron citados a la sede judicial los dos hombres detenidos para este próximo miércoles. También lo deberá hacer otro policía implicado que tiene la causa, imputado por confabulación para cometer el delito de tráfico de estupefacientes en el departamento Las Colonias. También fue llamado a indagatoria el sindicado narco santafesino por haber integrado la asociación ilícita que investiga la Justicia federal.

Con datos de Aire de Santa Fe.