
El pasado 8 de febrero desde el obrador del Centro Federal Penitenciario del Litoral Argentino se advirtió que si el gobierno nacional no se ponía al día con los pagos hacia la Unión Transitoria de Empresas Insa-Ocsa, la construcción quedaría paralizada con el agravante de suspender o incluso despedir a los pocos trabajadores que había.
Además, desde que inició su gestión en la provincia, el Gobernador Maximiliano Pullaro y en el área específica el Ministro de Justicia y Seguridad, Dr. Pablo Cococcioni impulsaron públicamente el ofrecimiento al gobierno nacional –a Patricia Bullrich como Ministra de Seguridad de la Nación en particular- de hacerse cargo la provincia del final de obra, de ponerla en funcionamiento y hasta de incorporar guardiacárceles santafesinos de manera transitoria para acelerar su puesta en marcha.
La respuesta del gobierno nacional fue negativa porque aseguraron que «nuestro compromiso es tener la obra y que sea administrada por el Estado nacional para la problemática de Rosario». «Es un complejo federal», sentenció en su momento el Subsecretario de Asuntos Penales de la Nación, Julián Curi. La realidad, sin embargo, marca hoy otra cosa: la obra quedó paralizada totalmente y fueron despedidos 12 empleados el jueves próximo pasado.
Al respecto, Cristian González, subdelegado de Uocra en el obrador de la Cárcel Federal de Coronda, manifestó a Periódico Corondino Web que “el panorama es el peor… el jueves nos informaron que fuimos despedidos todos, quedó solamente la parte de serenos, los demás empleados fuimos despedidos hasta nuevo aviso. Si hay información del Gobierno Nacional de que va a entregar fondos, la obra se retomaría, de lo contrario va a permanecer cerrada hasta nuevo aviso”.
El trabajador explicó que “son 12 empleados, ya nos llegó el telegrama, está parada la obra” y aclaró además que “la mayoría de los trabajadores éramos de Coronda, la Uocra cuando el despido es generalizado y hace tiempo que esto se venía aguantando, más que esperar a que la obra se reabra buscan ver si pueden ingresar a los muchachos a otra obra como el acueducto o circunvalaciones. Es lo que se hace generalmente”.
González indicó que “el jueves, el jefe de obra nos citó a una reunión con todos los empleados, y nos manifestó lo que pasaba, nos comentó la situación, que no se podía aguantar más. La empresa tiene otras obras en el país, con la ganancia de esas podía mantenernos a nosotros, pero ya con la situación del país, las demás obras andan mal, ésta estaba peor, no hay cómo solventar gastos. Es para visualizar lo que está pasando con la obra pública y con esta cárcel en particular para que actúen los que tienen que actuar”.
El referente gremial agregó también un detalle: “Es una obra a la que le faltaba un 6%… Es una picardía. Al margen del problema del país y demás. Ni hablar de lo que va a volver a tener que pintarse, el desmalezado y otras cosas, si pasa mucho tiempo con la construcción parada”.
Finalmente indicó que “si se retoma la obra, los últimos despedidos serían los primeros reincorporados. Desde la empresa nos decían que jamás les pasó esto de tener que parar una construcción por circunstancias de esta naturaleza”.
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